En más de alguna ocasión habremos leído en nuestra Biblia que el rey Nabucodonosor se llevó cautivo desde Jerusalén a Babilonia a un joven llamado Mesac, seleccionado para ser educado en el palacio de la corte real. Y lo hizo también con otos jóvenes para someterlos a un período de aprendizaje de tres años de duración después de los cuales tanto Mesac como los otros jóvenes superaron extraordinariamente en sabiduría y conocimiento a los propios consejeros del rey.
En este sentido fue de tal importancia para el joven Mesac el que se mantuviese inquebrantable a las leyes de Jehová hasta en lo relativo a los manjares absteniéndose de la carne sacrificada a los ídolos y a la carne sin desangrar que los idólatras solían consumir. Cuando Daniel alcanzó un puesto elevado en el palacio real, Mesac fue nombrado por Nabucodonosor para cubrir un puesto en la administración del distrito de de Babilonia.(Daniel 1: 3,8,20)
Más tarde, el rey Nabucodonosor se fijó nuevamente en Mesac, pero en esta ocasión no fue para nada bueno . Fue cuando Mesac rehusó adorar la estatua de oro que aquel rey se había erigido en su memoria. La oposición de Mesac hizo que el rey encolerizado le ordenara morir en un horno de fuego. Que gracias a la fe demostrada por aquel joven Jehová utilizó un ángel para salvarlo de tan horrible muerte.(Daniel 3: 6,19)
Después de lo acontecido, el ciado rey impresionado por el valor y entereza hacia Dios. Restituyó a Mesac en su puesto oficial y dictó una orden para que se castigara con desmembramiento a cualquiera que se manifestara contra el Dios de Mesac.
Al meditar sobre el excelente ejemplo que puso Mesac y observar el resultado de su integridad constituye un gran estímulo para todos nosotros para continuar aguantando en los tiempos difíciles en que podamos encontrar como el caso de Mesac. El aguante y la fe en Dios sin que se quebranten los principios bíblicos será la prueba de nuestra salvación. - Nicanor Molina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario