Años atrás, el registro de Génesis de la creación de todos los seres vivientes no tenía objeto ponerla en duda, no se ponía a discusión, pero cuando aparece Charles Darwin con su descabellada teoría de la evolución dio la sensación de haber hallado por completo la explicación de la existencia de vida en la tierra. De ahí surgió, como sabemos, el que millones de personas crean en la evolución, otros crean en que ha habido creación y otros tantos permanecen indecisos en cuanto a que creer.
Pero el propósito de esta consideración, es la de examinar la cuestión de si las Sagradas Escrituras permiten aceptar la idea de que Dios hizo uso de la evolución para producir los diversos organismo vivos. Con respecto a este tema, la Biblia enseña entre otros que la hierba y los árboles fueron creados por Dios de modo que cada tipo de vida vegetal produjera “según su género” Esto lo podemos constatar en el libro del Génesis 1:11.12. Por otra lado, también dice que Dios creó a cada tipo de criatura marina, volátil y animal de la tierra “según su género” (Génesis 21:24,25) Con todo podemos aceptar que ningún tipo básico de organismo vivo evolucionara o se transmitiera a otro. Pues cada género posee el potencial genético de alcanzar gran variedad. Por eso vemos que existen más de 400 diferentes razas de perros y más de 250 razas y variedades de caballos. Según Génesis todas las variedades de cualquier animal que sean fértiles entre sí son de un solo género. De manera igual son todas las variedades de seres humanos como son los europeos, orientales, africanos o caucásicos, como los que son altos, bajos etc. etc. Todos ellos proceden del único par original Adán y Eva.
Algunos aseguran que nosotros, los humanos somos el producto de una larga serie de accidentes biológicos y concluyen que todas nuestras características y sentimientos humanos, amor, odio, pasiones, frustraciones, cariño y agresión son simplemente el resultado de accidentes menores de nuestra inmensurable larga historia evolutiva.
Pero recientes investigaciones derrumban por completo la teoría de la evolución y le dan nueva credibilidad a la creación de la vida mediante una inteligencia superior que no es ni más ni menos que nuestro Padre celestial que con su asombrosa e increíble sabiduría y poder ha programado el sensacional diseño de nuestro mundo.
Para resumir debemos dejar por sentado que el relato de la narración bíblica sobre la creación armoniza plenamente con los textos bíblicos al declarar que todas las cosas vivientes y animales fueron creados por Jehová Dios según su género como hemos dicho. Esto nos demuestra que la teoría de la evolución choca con la realidad y no puede explicar el principio de la vida, mientras que el libro sagrado sí puede hacerlo tal como hemos explicado. No en balde el relato bíblico de Génesis revela a Jehová Dios como la fuente verdadera de toda clase de vida.- Nicanor Molina.
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