lunes, 3 de diciembre de 2012

EL ESÍRITU DE JEHOVÁ ESTÁ SOBRE MÍ. (Lucas 4:18)


Cuentan los Evangelios que Jesús fue enviado por su Padre Jehová a la tierra para entregar su vida como sacrificio  para la salvación de la humanidad obediente y  llevar  buenas noticias respecto al Reino de Dios.
 El tema “Examinando las Escrituras diariamente” del pasado 18 de noviembre  se refiere a que Jesús  fue ungido con espíritu santo para  declarar buenas nuevas a los pobres, para predicar una liberación  a los cautivos  y un recobro de la vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto  de Jehová. (Lucas 4: 18-19)  En el transcurso de los tres años de su predicación, También realizó milagros como sanaciones, exorcismos, andar sobre las aguas, transformar el agua en  vino, y resucitar a varia personas muertas como en el caso de Lázaro (Juan 11: 1-44) Probablemente, cuando Jesús se bautizó, el  espíritu santo le recordó las cosas que había aprendido en el cielo, entre ellas lo que Dios quería que hiciera como Mesías durante su ministerio en la tierra.(Isaías 42: 1 – Lucas 3:21,22 – Juan 12:50) Además de ser perfecto d cuerpo y mente, Jesús contaba con el poder  que le daba el espíritu  por eso, no solo fue el hombre más grande de todos los tiempos sino también el mejor maestro que ha vivido en la tierra.(Mateo 7:28) Para empezar era capaz de comprender las verdaderas raíces  de los problemas  del hombre, el pecado, la imperfección y la ignorancia espiritual. Y podía leer los corazones y tratar a la gente según lo que veía en su interior (Mateo 9:4 – Juan 1:47)

Jesús hizo  su predicación  acompañado de sus 12 apóstoles, aunque  otros muchos fueron considerados  también como discípulos predicaba  el fin de los tiempos  que acontecería inesperadamente para juzgar a toda la humanidad con arreglo a sus comportamientos pero avisando siempre que estuviesen alerta porque vendría como ladrón en la noche. Entre las enseñanzas más importantes que predicaba Jesús, se encuentra  el Sermón de la Montaña que comprende el maravilloso saber de las virtudes,  la moral, honestidad y  estilo del creyente, así como la Palabra de Dios, en la lucha constante contra  las malas tendencias y  el amor cristiano. La parábola del Sembrador que todos conocemos, explica con todo género de detalles, las diferentes formas en como una persona recibe el menaje de la Palabra de Dios. Las Buenas Nuevas, el Padre Nuestro o el Hijo Pródigo son también enseñanzas que atraían y animaban a las multitudes que las oían

Pero Jesús, mientras estuvo en la tierra no suprimió ni contradijo  la Ley  dada por sus padres a Moisés en el Monte Sinaí,  pero sí a liberarla  de las desviaciones meramente humanas de los escribas y fariseos  Mateo 5:17) “Habéis oído decir
auestros mayores…”Pero yo os digo que no piensen que vine a destruir la Ley o los profetas. No vine a destruir sino a cumplir; porque en verdad les digo que antes  pasarían el cielo y la tierra  que pasar  de modo alguno  una letra diminuta o una pizca de una letra de la Ley sin que sucedan todas las cosas.

Nosotros al igual que Jesús, nos esforzamos también por imitar a Jesús  llamándonos cristianos esparciendo la semilla de la Palabra de Dios dando a conocer al mundo el gran amor de Dios  hacia la humanidad, y como dijo el propio Jesús: “íd por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”. (Marcos  16:15) - Nicanor Molina.

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