Debe ser espeluznante y dantesco cuando el apóstol Pedro dice:”Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche en el cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán desechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” 2ª Pedro 3:10)
Refiriéndose a la venida del Día de Jehová, grande e inspirador de temor, el apóstol Pablo también les dijo a los cristianos de Tesalónica: “Hermanos, ustedes no están en oscuridad para que aquel día los alcance como alcanzaría a ladrones, porque todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no pertenecemos ni a la noche ni a la oscuridad”. Luego, el apóstol añadió: “No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio” (Joel 2:31; 1ª Tesalonicenses 5: 4-6) Estas palabras son particularmente oportunas para quienes vivimos en el tiempo del fin.(Daniel 12:4)
En efecto, hacemos bien en prestarles atención y mantenernos alerta. ¿Porque? Porque al fin de este malvado sistema es inminente y Satanás está empeñado en entorpecer el camino recto a tantos siervos de Dios como le sea posible. ¿Cómo evitarán las familias cristianas que eso les suceda? Unicamente si cada uno de sus miembros cumple con el papel que Jehová le ha asignado. Por todo lo cual, debemos mantenernos en la fe y confianza en la promesa del Reino de Dios y todo cuanto ello encierra. La grandeza y magnificencia del galardón de Dios tiene reservado para los que le sirven resulta insignificante cualquier prueba que tengamos que sufrir para llegar a alcanzarlo.-Nicanor Molina.
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