lunes, 21 de enero de 2013

EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ COMO LADRÓN EN LA NOCHE




La Biblia nos anuncia que el Señor regresaría  a la tierra  como ladrón en la noche, que significa que  una persona  puede pasar desapercibida debido a la oscuridad de la noche, motivo por el cual se debemos tener sumo cuidado para evitar nos sorprenda pues es la noche cuando todo está oscuro y es difícil distinguir la sombra de alguien.. Por eso, teniendo en cuenta como  está la tierra, la miremos por donde la miremos, veremos que por todas partes  prevalecen la violencia, enfermedades, muertes, suicidios, hambre, guerras y discordias que las Sagradas Escrituras ya nos pone  sobre aviso.

Es extraordinariamente espeluznante y dantesco leer el texto bíblico de 2ª de Pedro 3:10 cuando dice: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”.

Interpretando literalmente el pasaje descrito, da a entender que se refiere a los elementos de la creación, es decir el cielo y las estrellas físicas. Pero con el  fuego literal, para fundir estos materiales son imposibles que el  sol y la tierra con fuego literal sean fundidos o disuelvan o se reduzcan a la nada científicamente. La estrellas del firmamento de ningún modo serán destruidos, sino que cuando una estrella se enfría se produce una  explosión que provoca un  agujero negro o una estrella enana. Es decir que la creación nunca se destruye, sino que ella  misma  se transmuta o cambia en otras nuevas estrellas o galaxias, por lo que entonces deducimos que no pueden ser reducidos a la nada que es lo que realmente significa la palabra “Disolver”.

El Espíritu Santo que es la energía, el poder y la  fuerza que sí puede reducir a la nada cualquier cosa visible e invisible es el poder y la fuerza de Dios y de Cristo De modo que tanto la vida o el espíritu de vida o las  energías o las fuerzas invisibles de la misma creación como todo lo que es invisible al hombre; el  aire, el viento, la electricidad estática o las fuerzas magnéticas que el fuego literal jamás puede reducir  la nada. Estos seres humanos que desobedecen y rechazan la Ley de Dios y sus armas  o constituciones que ellos usan para rechazar a Dios y a sus Leyes, estos son los “elementos”  simbólicos que serán disueltos o reducidos a la nada, no por el  fuego literal sino por el poder y la fuerza espiritual que Dios usa para destruir o reducir  a la nada cualquier cosa que sea física o invisible.

Los “elementos” humanos lo componen la política y la religión inventada y manipulada por el hombre a su propio beneficio. También los líderes religiosos que rechazan las leyes de Dios y a toda la feligresía y súbditos de las naciones que tampoco crean en Dios, son también  estos “elementos” simbólicos  y espirituales  que serán reducidos a la nada. (2 ª  Pedro 3:10) Si todo ello fuera  en sentido literal, tanto la tierra y el cielo literal junto con todo lo que hay en ella  como plantas, árboles, animales y humanos como hombres, mujeres y niños serán destruidos  por el fuego. ¿Acaso no son todas estas cosas  seres inocentes?. Si no rechazan a Dios no pueden ser destruidos. Dios no puede hacer que estas personas inocentes sean reducidas a la nada, y tampoco a los que nunca  han tenido ningún conocimiento exacto de la Palabra de Dios, de sus leyes   ni del fuego literal.

 Jehová es un Dios de bondad, de omnipotencia,  sabiduría y justicia y sus obras nos manifiestan por todas partes esa perfección divina que apreciamos. No debemos ser temerosos de Dios porque Él Juzga según las circunstancias o la intención porque Dios mora en el corazón de los que le son fieles y por tanto nunca olvidemos que la misericordia de Jehová sobreabunda en el perdón: “Continúen haciéndose misericordiosos, así como su Padre es misericordioso. Además dejen de jugar, y de ninguna manera serán juzgados; y dejen de  condenar, y de ninguna manera serán condenados. Sigan poniendo en libertad  y se les pondrá en libertad. Practiquen el dar y se les dará,. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remeida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes en cambio”.(Lucas 6:36-38) - Nicanor Molina.-




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